Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El Premio Nobel quiere mandar 30.000 soldados más a Afganistán.

Esto es lo que suele pasar cuando se dan premios por el reconocimiento a la paz a personas que no han demostrado hacer nada por conseguir esa paz. El presidente Eisenhower, cuando acabó su mandato presidencial, alertó sobre el peligro de que en los Estados Unidos quedara relegada la libertad, por los intereses de, entre otros, los fabricantes de armas y la industria de la guerra en general. Kennedy intentó acabar con aquello, y se lo cargaron. Desde entonces la política exterior del "imperio", ha atentido a satisfacer a los grandes negocios vinculados con la guerra, armas y petroleo, fundamentalmente.
Obama, flamante Premio Nobel, no va a ser la excepción. Su candidatura atiende a los mismos intereses que atendían las de Clintos, los Bush, Reagan, Carter, etc, etc. Cuando fue elegido Obama, una corriente de utopía y estupidez se instaló en medio mundo. A ese medio mundo, por supuesto, se apuntó nuestro "querido gobierno". Como no.
Casi un año después de la elección del "primer presidente afro-americano" de los Estados Unidos de América, Guantánamo sigue en pie, Irak sigue siendo el Irak que dejó tras de si George Bush y en Afganistán sigue habiendo una guerra. Si, Señor Zapatero, una guerra. Como la de Irak, ¿se acuerda de la guerra de Irak?. ¿Se acuerda del "NO A LA GUERRA", lema al que perdió el traserillo por apuntarse. Pues eso.

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