Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

miércoles, 19 de mayo de 2010

Tontilandia Show: Doña Adoración no ve el paro por ningún lado.

Adoración Quesada, es senadora del PSOE por Jaén. Lo de que sea senadora por Jaén, no tiene importancia. Bien podría ser la señora, senadora por Guipuzcoa, por Barcelona, por La Coruña o por "Palacauina". Lo importante, son las declaraciones con las que se ha descolgado hoy: "No me creo que en España haya un 20% de paro. Yo veo los centros comerciales llenos, igual que los restaurantes y los bares. Si de verdad hubiera un 20% de paro, ésto sería una guerra civil" . Y se ha quedado tan ancha y tan pancha.
Si. Puede que doña Adoración vea los centros comerciales llenos, y los bares y, puede que hasta los restaurantes, pero primero, habría que saber a que centros comerciales, bares y restaurantes, va nuestra senadora por Jaén. Está claro. Si vas a la zona noble de, por ejemplo, Madrid, y te mueves por sus centros comerciales, por sus bares y por sus restaurantes, los verás llenos. Está claro. En las zonas nobles de las ciudades, de alto nivel económico, de alto nivel adquisitivo, de alto standing, no se palpa la crisis, por lo tanto, no me vale que doña Adoración, haga de sus salidas de "shoping", de sus salidas de tapeo o de sus salidas gastronómicas, un estudio sociológico sobre la crisis. Si la buena de doña Adoración, se mueve por estos barrios de noble raigambre, abolengo y de clase alta, desde luego no se explicará, ni por activa ni por pasiva, ni por h ni por b, la crisis económica que estamos padeciendo.
Otra cosa sería, que doña Adoración se paseara por el barrio del Raval barcelonés, por el Villaverde madrileño, o por el Cabañal valenciano, por poner tres ejemplos de barrios populares y de clase baja. Ahí, estoy seguro, la opinión y el análisis de doña Adoración cambiaría. Es más, si se moviera por otros barrios, de extracción más alta que la de los antes nombrados, sin llegar a ser barrios de alto copete, estoy seguro de que la opinión de doña Adoración, esa santa mujer, cambiaría también.
Éste, está claro, es el "síndrome del escaño partidocrático". ¡Ah, que no conocen cual es ese síndrome!. Pues es fácil; es el síndrome que padecen todos nuestros políticos, con escaño en el congreso, senado, asamblea autonómica, diputación provincial o ayuntamiento mediano-grande. Ese síndrome les hace vivir fuera de la realidad del pueblo al que dicen, representan; ese síndrome, les hace decir disparates y hacer análisis erroneos, sobre la realidad del país que desgobiernan; no tiene cura, o mejor dicho, tiene cura, desagradable para los afectados por el mencionado síndrome, consistente en pequeñas dosis de realidad democrática, de representatividad real.

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