Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

miércoles, 23 de junio de 2010

Viabilidad o inviabilidad del Estado.

¿Qué es el Estado? La pregunta parece fácil.
Para algunos, el Estado es algo sin personalidad, algo que está por encima del bien y del mal, un ente que para dirigirlo, han sido ellos y no otros, los elegidos. En sus pobres cerebritos, en sus cabecitas, han adoptado la sensación de que el Estado existe, porque ellos existen y, sin ellos, sin su participación, sin su dirección, sería algo catastrófico. Su despotismo y su visión clasista de las cosas, nos han llevado a la situación actual. Para ellos, los ciudadanos son poco más que siervos, con el único derecho de emitir su voto cada cuatro años. "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo".
Para otros, el Estado es el mal absoluto, y por tanto hay que desterrarlo de nuestras vidas. Es la otra orilla, la otra manera radical de ver las cosas. Para ellos la sanidad, la educación, los servicios públicos deben privatizarse. Es una manera cruel de ver las cosas. El que mejor pueda, que sobreviva, el que no...Su cinismo les lleva a decir, que precisamente, lo que está sucediendo, la crisis económica y financiera, ha sido posible, con el ojo vigilante de los estamentos de control estatales activados. Han hecho todo lo posible, precisamente para cargarse esos estamentos, pero sin embargo lo dicen.
Para unos terceros, entre los que me incluyo, el Estado somos todos. Sin Estado, no hay nación, sin nación, no hay libertad. Sencilla y simplemente. El Estado no es, no debe ser algo sin personalidad, algo por encima del bien y del mal. Es, debe ser, la caja que guarda las libertades de la nación. Nos confiere una igualdad de oportunidades a todos, nos la asegura. No se hizo al ciudadano para servir al Estado, sino al revés. Debe ser participativo, debe ser representativo y, para ello se imponen reformas, de amplio calado, electorales, políticas, sociales.
Su viabilidad, depende de que las actuaciones de los políticos sean consecuencia de los intereses de los ciudadanos que los han elegido para gobernarlos. Por ejemplo; el Estado de las Autonomías. ¿Se consultó a la ciudadanía para ponerlo en marcha, o fue algo que se hizo de espaldas a los intereses de la misma? El Estado Autonómico es inviable, no va a ninguna parte, es disparatado, caro, absurdo y, sin embargo; ¿Vamos a poner en tela de juicio la inviabilidad del Estado Español solo por qué la opción de cuartearlo, de dividirlo en 17 mini-estados haga aguas por todos sitios? Les recuerdo que la opción de las Autonomías no las votó nadie en referéndum directo sobre el tema. Fue algo que se prepararon, cocinaron y comieron los políticos, de espaldas a la nación, al conjunto de la ciudadanía.
El concepto de Estado, no debe atender a la voluntad de unos pocos, sino de la mayoría. Hemos caminado juntos, con éste sistema, durante treinta años. Un largo camino. Reformaron el Movimiento, lo dotaron de instituciones democráticas, lo maquillaron, hicieron un simulacro de referéndum, de consulta popular, hasta hoy. No contaron con la gente. Es como hacer un edificio sin contar con la opinión de los que van a vivir en el. Bien, ha llegado la hora de que cuenten con nosotros.
El Estado, en si, no es inviable. Éste estado, que diseñaron los políticos patrios, con el beneplácito de los poderes económicos, si es inviable. Fueron ellos los que se equivocaron, eso si, lo reconozco, con el beneplácito general. La masa, la ciudadanía, también comete errores. El nuestro fue aceptar un contrato social unilateral.
No nos engañemos, la España de hoy, no es la misma de la del 78. No podemos seguir permitiendo que nos traten como enanos mentales. Va en ello nuestro futuro.

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