Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

viernes, 16 de julio de 2010

Agarrarse a un clavo ardiendo.

Se acercan las elecciones catalanas. Están ahí; a tiro de piedra, a la vuelta de la esquina. La ciudadanía catalana, empezaba a estar harta de sus políticos, de su incompetencia, de desastres como el del Carmel, como la de la nevada del invierno pasado en Gerona, la cual dejó sin energía eléctrica a miles de personas, de iirresponsabilidades como la de permitir la inmigración irregular y la bomba de relojería social en la que pueden llegar a convertirse determinadas zonas de Cataluña.
En pasadas consultas electorales, la ciudadanía, a falta de opciones políticas diferenciadoras de las actuales, optó por quedarse en casa, optó por la abstención en masa. El tan renombrado "Estatut", lo votó aproximadamente el 30% de los catalanes, por ejemplo.
Lógicamente, como suele pasar en estos casos de opciones políticas que viven del cuento de espaldas a sus votantes, en esta ocasión ha aparecido una nueva fuerza política, dicen que radical, dicen que racista, dicen que xenófoba, dicen que intolerante. Eso dicen. Suele pasar, que ante políticos ineptos, aparezca gente que le diga a la ciudadanía lo que lleva años esperando escuchar. Suele pasar, también, que esas fuerzas políticas que actúan sin complejos, denunciando la incompetencia institucional, sean tachadas de los antes mencionados adjetivos calificativos, y muchos más. La historia suele ser cíclica. La historia de España, suele ser cíclica al cubo.
Tienen miedo. Esta vez, los políticos, no están tan seguros de que la mayoría de los ciudadanos catalanes se vayan a quedar en casa. Temen que vayan a votar en masa, y lo temen, porque los que se quedaron en casa en anteriores ocasiones, no van a votar a CiU, a Esquerra, a PSC, a Iniciativa; ni tan siquiera van a votar a Ciudadanos, al PP o a UPyD; algo proclives al pacto. No. Esta vez la gente puede que vote a Plataforma y, eso puede significar ir hacia pactos poco entendibles, o mucho peor; hacia el desastre electoral.
La sentencia sobre el Estatuto de Cataluña del Tribunal Constitucional y la posterior reacción de los políticos catalanes, en masa, perdiendo el traserillo por denunciar el recorte estatutario por parte de los jueces del Constitucional, es un clavo ardiendo al que se agarran los políticos nacionalistas y pseudonacionalistas catalanes con todas sus fuerzas.
Los ciudadanos catalanes se la juegan en esta consulta electoral. Aquí no se va a votar contra España, a favor de la Independencia, contra la "agresión del centralismo españolista a las instituciones catalanas"; como les están intentando hacer creer. Aquí se vota la viabilidad de un sistema, de una clase política y de una manera de hacer las cosas. La dignidad personal de todos y cada uno de los habitantes de Cataluña, está en juego. La demostración de que la política debe atender a todos y cada uno de los ciudadanos que conforman una realidad territorial, tiene que hacerse patente en las próximas elecciones catalanas. Lo demás; son ganas de complicarse la vida, de enfrentar a la gente y de cargarse la convivencia de los catalanes con el resto de los españoles.
¡Por favor, no les dejéis haceros eso!.

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