Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

domingo, 26 de septiembre de 2010

De la Conmemoración a la Ambigüedad.


Ayer viernes, desde la cabeza visible de lo que va quedando de España, hasta el último mono, andaban por Cádiz conmemorando el 200 aniversario de las Cortes que pusieron en marcha la constitución de 1812. La "Pepa", el primer intento de que España entrara civilizadamente en la modernidad, abortado por nuestro cainismo, ignorancia y una clase política, como siempre, ajena a las necesidades del país. El fracaso de aquella constitución, supuso, el desencadenamiento de la caída del Imperio, entre otras cosas. Es por tanto un episodio notable en nuestra historia.
Pero lo que verdaderamente se conmemoraba ayer, o se debería haber conmemorado es el hecho de que por primera vez se ponía la soberanía de la nación española en manos del pueblo, a través de sus representantes y, se despojaba de ella a la persona del Rey. La Constitución de 1812, es la primera que concedía la dignidad de ciudadanos a los españoles y les libraba del yugo de súbditos, por encima de reyes, nobles y territorios.
Ayer, mientras se conmemoraba este hecho, cínicamente, nuestros "desgobernantes" se ponían manos a la obra a pactar con el PNV, prevendas hechas a los territorios, pasando por encima de las personas, para mentenerse en el poder otro poquito más. El gobierno ha pactado con el PNV lo contrario de lo que decía la Carta Magna de 1812 y la de 1978; que todos los españoles somos iguales ante la ley, que no se nos puede discriminar, ni por raza, ni por sexo, ni por religión y, ni por el lugar donde hayamos nacido. Desde hace 30 años, y ahora más que nunca, este espíritu ha sido traicionado. Se ha permitido un sistema foral en País Vasco y Navarra, unas leyes que provienen del Medievo y que claramente discriminan a unos españoles con respecto a otros.
Ayer mientras se conmemoraban los 200 años de la aparición de la modernidad en España, se volvía a la Edad Media pactando con los señores feudales del siglo XXI. Se ponía un adoquín más en la carretera que va hacia la destrucción de la nación española.

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