Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

martes, 30 de noviembre de 2010

La Verdadera Historia de al-Andalus: Banu-Qasi; ¿Autonomía o independencia de Córdoba?


La familia de los Banu ben Qasi, que en el siglo IX se adueñó del poder en la frontera septentrional de la España musulmana, descendía del hispano-latino Casio, cuyo nombre quedó ligado a toda la dinastía. Este era conde en la región del Ebro, cuando los musulmanes irrumpieron en la Península y no dudó en someterse junto a toda su familia a Muza y en adoptar el islamismo. Recordemos que en el siglo VIII, siglo en el que es invadida la península por los musulmanes, el cristianismo peninsular se dividía entre católicos y arrianos. Estos últimos no aceptaban a Jesús como una divinidad, sino como un profeta, no creían en la divinidad de la Virgen, ni en la Santísima Trinidad, ni en los santos, por lo que no les es difícil aceptar el Islam. No parece que sea este el caso de los Banu-Qasi y otras familias notables del reino visigodo hispano, sino más bien los intereses de tipo económico son los que los llevan a adoptar el Islam como religión. Sea como sea, en un principio, al-Andalus fue un emirato levemente islamizado, converso por intereses económico-políticos. En esa primera época, el deseo de mostrar sinceridad en su conversión hizo que todos los Banu-Qasi sirvieran lealmente a las autoridades del emirato cordobés. El hijo de Casio, Fortún, vivió en la época en que Yusuf al-Fihrí y al-Sumayl sitiaron Zaragoza. El nieto, Muza ben Fortún ben Qasi era una figura importante en los tiempos en que las tropas de Carlomagno intentaron conquistar la futura capital de Aragón (778). Partidario convencido del primer emir omeya, recuperó Zaragoza, venciendo a los rebeldes yemeníes, capitaneados por Said ibn al-Husseín al-Ansari. Pero el año siguiente fue asesinado por otro rebelde; Matruh, hijo de Suleimán, valí de Gerona y Barcelona. En reconocimiento a su fidelidad, el emir Hixam nombró al hermano de Muza ben Fortún, Mutarrif, valí d Pamplona, pero Mutarrif permaneció en el cargo únicamente diez años, ya que en 799 fue víctima de una sublevación de los navarros y francos. El emir al-Hadam envió a Amrús (Recordar la Jornada del Foso de Toledo) para someter a los rebeldes navarros. Amrús entró en Zaragoza en 802 y ese mismo año fortificó Tudela, nombrando a su hijo Yusuf valí de la ciudad. Este nombramiento fue considerado como un insulto por los Banu-Qasi, que aspiraban a monopolizar el poder en toda la región del Ebro. En represalia, se levantaron contra la autoridad del emir aliándose con los navarros. Juntos conquistaron Tudela en 803, hicieron prisionero al hijo de Amrús y le encerraron en una fortaleza a orillas del rio Arga, la roca de Kays, que para unos es la actual Huarte Araquil y para otros la Peña de Echarri. Amrús organizó entonces un ejército en Zaragoza y con ayuda de su primo Sabrit gobernados de Huesca, se lanzaron contra los rebeldes. Después de vencerles, Sabrit se dirigió a la roca de Kays, liberó al cautivo y volvió a Zaragoza. Durante la primera década del siglo IX, la influencia franca en Navarra se afirma. Los anales francos del 806 indican que los vascones de España eran fieles al emperador Carlomagno, incluso el mismo Amrús inició negociaciones qu llenaron de inquietud al emir, con los carolingios en 810. Dos años más tarde, su muerte tuvo como consecuencia la reconciliación de os Banu-Qasi con Córdoba. Pero por esa época yua se había hecho más estrecha la alianza entre estos y la familia navarra de los Arista. Antes de 788, Muza ban Fortún se había casdo con la viuda de Íñigo Íñiguez, el fundador del reino de Navarra. La unión entre ambas familias se consolidó en 820 con el matrimonio de Muza ben Muza, el hijo de Muza ben Fortún, con una hija de su hermano materno, Íñigo, llamada Assona. Por otra parte una hija de Muza ben Muza, Oria se casó en la misma época con el magnate navarro García que permaneció siempre fiel a su suegro. De esta manera se preparaban la dos familias para ayudarse en la conquista del poder en las dos orillas del Ebro. Una querella por el botín conseguido en Cerdaña y Narbona en 841 indispuso al emir con Muza ben Muza, quien se rebeló contra la autoridad del primero. Empezó una lucha de dos años del emir contra las dos familias del Ebro. En 842, Abd-l-rahmán II vence a los rebeldes y Muza promete obediencia, pero en 847 vuelve a rebelarse. Cinco años más tarde firmaron un tratado por el que Muza ben Muza se sometió a cambio de ser nombrado valí de Tarragona.
Durante los primeros pasos del emirato y luego califato de al-Andalus, es un hecho que más de la mitad del territorio en poder, de facto, de los árabes, de hecho, estuvo siempre más a favor de los intereses estratégicos de las familias gobernantes en estos territorios que a favor de Córdoba. También es un hecho que estos gobernadores, semi-reyes territoriales, no dudaron en pactar con los, entonces débiles reinos cristianos norteños de la península. Normal, por otro lado si tenemos en cuenta que eran hermanos de etnia y lengua, aunque no de religión.

1 comentario:

Rolando ÝÑIGO-GENIO dijo...

Bastante interesante la historia de los Banu-Qasi.