Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

jueves, 9 de diciembre de 2010

La Verdadera Historia de al-Andalus: Mérida; una y mil veces rebelde al invasor.


Son escasas las referencias de las crónicas a estas primeras rebeliones de la ciudad extremeña al poder árabe peninsular. Se sabe poco de quien la capitaneó, Mohammed al-Yabar. Se sabe que era muladí (Cristiano convertido al Islam), se sabe que probablemente este personaje provenga de la aristocracia hispano-visigoda de la ciudad emeritense, conversa a la fé de Mahoma tras la invasión, se sabe que a la rebelión muladí emeritense se sumaron numerosos mozárabes (Cristianos en tierras musulmanas) y por último, se sabe que estas primeras revueltas crearían precedente en la ciudad. Todo esto que se sabe, que nos dejaron las crónicas, es muy generalista. No tenemos una biografía detallada de al-Gebir, ni de ningún lider más de la rebelión.
Mérida; La capital de la provincia hispano-romana de la Lusitania. Mérida, altiva, impregnada de cultura greco-latina, mira a los invasores árabes por encima del hombro y los ve como unos extranjeros con una cultura inferior. Quizá sea esta la razón por la que la vieja Mérida, desde el principio de la invasión musulmana de la península, acabara rebelándose, una y otra vez contra el nuevo poder del emirato Cordobés.
La primera de estas rebeliones que se sucedieron a lo largo de la época del emirato y, que continuarían en la época califal, tendría lugar en el año 835, poco más de un siglo después del desembarco de Tariq y Muza en la península, en la que la ciudad se levanta contra la autoridad del emir, Abd-l-rahmán II, con el apoyo del emperador franco Ludovico Pío, que aprovecha cualquier pretexto para tratar de socavar y de sembrar discordias en el emirato.
Es el segundo levantamiento en siete años, tomando como excusa el rigor de los oficiales del valí en el cobro del impuesto del azaque o diezmo, los descontentos de la ciudad se reunen bajo el mando de Mohammned ben Abd al-Yabar. Las tropas que se encuentran destinadas en la lucha contra los francos en una campaña en Aquitania, son llegadas para sofocar la revuelta. Tras poner sitio Mérida, las privaciones y la anarquía se apoderan de la población y sus ciudadanos acaban abriendo sus puertas y entregándose.
Al-Yabar huye entonces, según algunos al todavía precario reino de Asturias, según otros a la Galia. Mientras Abd-l-rahmán II, intenta mostrarse clemente, más por la razón de que Toledo y Zaragoza, también se le estaban levantando, que por la clemencia en si. Así pues se ve obligado a publicar un indulto general el año 828 par todos los participantes en la revuelta, a escepción de los cabecillas. Este año se inicia también la construcción de la alcazaba de la ciudad aprovechando las construcciones anteriores visigoda y romana.
Siete años después, al-Yabar regresa a la ciudad y encabeza una nueva sublevación, la cual, vuelve a fracasar y, de la que vuelve a salir indemne y logra volver a escapar y, según las crónicas, logra refugiarse en la corte de Asturias. Es curiosa la historia. Años después, otro caudillo emeritense, muladí como al-Gebir, se volvería a rebelar contra el poder, esta vez del califato, de Córdoba. Y es que al-Yabar crearía precedente. Ese caudillo, muladí, cristiano converso al Islam, se llamaba Abd-l-rahmán ibn Marwan ibn al Yiyigi al-Maridi. Pero esta es otra historia de la que nos ocuparemos también.

2 comentarios:

José Antonio del Pozo dijo...

Oportuna aportación a la memoria histórica de verdad. Mucha Mérida, mucha resistencia

Colectivo Afectados por el Hijoputismo (CAHP) dijo...

Muchas gracias. Lo que intento es aclarar y, declarar, cual fue la verdadera historia de al-Andalus, de el cual nos han contado muchas inesactitudes e historias erroneas. Al-Andalus no fue ningún espejo de convivencia, hubo persecuciones contra el critianismo, contra el judaísmo, contra todo lo que no fuera el Islam. Con ello no queremos ni insultar ni menospreciar a nadia. Solo buscamos la verdad. Saludos.