Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

viernes, 16 de diciembre de 2011

24 horas, 365 días al año.


Es lo que se le ha ocurrido al gobierno de doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, para hacer frente al paro, a la crisis, a la ruina, a la desertización comercial y empresarial de algunos barrios periféricos de la capital; permitir la apertura de todo tipo de comercio las 24 horas del día, los 365 días del año.

Por supuesto; esta medida no creará empleo efectivo, solvente, permanente, sólido.
Por supuesto; esta medida llevará al cierre de lo que queda de pequeño y mediano comercio.
Por supuesto: esta medida beneficia a las grandes superficies, a la oligarquía imperante, que se hará con toda la oferta, en la Comunidad de Madrid.

No. Esta no es una medida liberal. Lo diga quien lo diga. Entre otras cosas porque doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, no es liberal, aunque a ella le guste presumir de tal condición. Dime de lo que presumes....Esta medida, decíamos que no es liberal, por la sencilla razón de que lleva a que la oferta, a largo plazo, vaya a concentrarse en pocas manos, lo cual llevará irremisiblemente al monopolio de la oferta comercial en el territorio de la CAM por parte de muy pocos operadores. En la selva, suele ganar el más fuerte, pero nunca el más conveniente. Por lo tanto, en un futuro no muy lejano, usted recibirá una oferta propia de una economía monopolizada, sovietizada, y no de una economía libre, con muchos operadores.

Esto, que es sencillo, que es simple, que es fácil, que lo comprende cualquiera con dos dedos de frente, no lo comprende o no lo quiere comprender o no le interesa, simplemente, doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma y su gobierno.

Eso si; para intentar convencer al personal, se anda diciendo a través de los medios de comunicación concedidos a dedo por la señora (Otra medida "liberal"), que se van a crear unos 20.000 puestos de trabajo. Otra mentira más. Verán; todo esto, como les digo, es muy sencillo de entender. Si los comercios no venden, por culpa de que la demanda, esto es; la sociedad de consumo, no crece, por los bajos salarios, por la precarización del empleo, por el desempleo, por la falta de crédito en una sociedad hecha para crecer gracias a ese crédito, por más horas que abras al público, por más días al año que abras, esa demanda no va a crecer, entonces el comercio, grande, pequeño, mediano, no va a vender más, y por tanto no creará mas puestos de trabajo. Todo lo más estirará al máximo sus plantillas, haciendo más precario de lo que es el mercado laboral.

También se hace hincapié en que es bueno para el turismo. Otra mentira. Verán; el turista que viene a Madrid se concentra fundamentalmente n la zona centro, en la cual ya existe esta medida de apertura todos los días del año sin tope horario.

Imaginamos que al gobierno de la señora doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma no se le ocurrirá más hacer propaganda de sus planes de conciliación de la vida laboral con la vida familiar, pues con esta medida se carga tal conciliación para miles de trabajadores del comercio en la CAM.

Imagino que no suscribirá la "chorrada" de la noche del planeta, si; eso que se hace una noche del año, apagando durante una hora la iluminación de edificios y públicos e históricos, como respuesta al despilfarro que supuestamente está acabando con los recursos del planeta, ni apelará a la responsabilidad ciudadana para con el cambio climático, pues con esta medida ha puesto sobre el tapete lo que le importan a la señora las medidas de ahorro energético y por donde se las pasa.

Eso si; si es usted un urbanita, consumista compulsivo, esto le viene que ni pintado. Será usted al único que le vendrá bien la medida, junto con las grandes superficies, que se van a hacer con todo el pastel.

Esta sin par idea del gobierno de Madrid, junto a la próxima precarización laboral que vendrá de la mano del gobierno central entrante, es la mecha perfecta para la bomba de relojería social que es ahora mismo la Comunidad Autónoma de Madrid. Qué no se sorprenda nadie luego, claro, si ve determinadas actuaciones, guiadas por la desesperación de quien no tiene nada.

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