Desde que estalló la crisis, están a todas horas en los medios de comunicación sociales, "erre que erre" con la misma cantinela, intentando engañar al personal, intentando que este crea que la crisis ha estallado por la excesiva regulación de los estados, por causa de esa regulación, cuando ellos saben muy bien que todo eso es mentira. La crisis ha estallado porque ha fallado la democracia y la libertad en todo el mundo, y por tanto, ha fallado el control que la sociedad debería de haber tenido de sus políticos y de los gestores que deberían de haber vigilado que las malas artes financieras no hubieran prosperado jamás.
Están confundiendo al personal, desvirtuando el liberalismo. Lo está corrompiendo. Confunden liberalismo con libertinaje económico, se declaran anarcocapitalistas. El anarcocapitalismo es, como todas las acracias, una utopía más, tendentes a difundir el mensaje de que el hombre puede llegar a convivir sin formas reguladoras de ningún tipo, cuando la historia nos dice que eso es imposible, y que la falta de regulación siempre conducirá a la falta de libertad, a la ley del más fuerte, la ley de la jungla, a la esclavitud, a la tiranía.
En su infantilismo interesado, creen que el liberalismo solamente debe circunscribirse a unas pocas normas referentes a libertad de horarios o caída de barreras comerciales. Son tan necios que se niegan a ver que buena parte de esas medidas, aparentemente liberales, solamente ayudan al pez grande a comerse al pequeño y a asegurar las cadenas y los grilletes en las manos de la demanda. Su fin es concentrar la oferta en unas pocas manos y proletarizar a la demanda, pagarles sueldos de miseria y hacer que consuman a crédito, si puede ser perpetuo.
Lanzan a los cuatro vientos su liberalismo pro americano, cuando los Estados Unidos de Norteamérica es uno de los paises del mundo que más desigualdades guarda en su territorio, un país con un liberalismo fallido. Un país con unas desigualdades tan tremendas de tipo racial, no puede ser presentado como un modelo de sociedad liberal para nadie. Aún así ellos, en su aquelarre diario de la mentira, se empeñan en proponernos a USA como su modelo favorito de sociedad, cuando los americanos han sacado la cabeza de la crisis, gracias a las nacionalizaciones bancarias y a la vuelta a la rigidez gubernamental frente a los bancos.
Y lo peor es que muchos les hacen caso.