Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

viernes, 23 de noviembre de 2012

El pesonal empieza ya a estar hasta los mismísimos.


A Botella, la alcaldesa de la Villa y Corte, le dan el corte, de mangas, 600 vecinos alquilados en unas viviendas sociales, propiedad del ayuntamiento, en 5 inmuebles situados en el distrito de La Latina. El ayuntamiento ha decidido vender las viviendas, desalojar a los vecinos y reubicarlos en algún barrio periférico, y los 600 vecinos se niegan en rotundo a desalojar estas viviendas. Se da la circunstancia de que el edificio en cuestión, como decimos, es propiedad del Ayuntamiento de Madrid, y es utilizado para acoger a gente en peligro de exclusión social. El comprador es una empresa relacionada con el marido de la compañera de partido de la señora Botella, doña Mª Dolores de Cospedal, de los De Cospedal de toda la vida. Pero seguro que eso es mera casualidad y que no ha habido mamandurria de por medio. ¡Seguro!

A la señora alcaldesa, incluso, se le ha revelado hasta la hermana del Rey, doña Pilar de Borbón, responsable de un rastrillo solidario que se celebraba tradicionalmente por estas fechas en unas dependencias municipales, en la Casa de Campo, y que como no reune condiciones de seguridad algunas, como el Madrid Arena, el rastrillo se ha quedado sin local, con el consiguiente cabreo de la hermana del monarca, que ha instado a doña Botella a que se destape y solucione el desaguisado.

La sanidad madrileña, siguiendo en la capital y alrededores, anda revuelta. El gobierno regional, sin consultar con los legítimos propietarios de ese sistema sanitario, los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, decide privatizar la gestión de los hospitales de su jurisdicción y responsabilidad y, desmantelar el Hospital de la Princesa y dedicarlo a mero geriátrico. Vamos, que los liberales del Pp, quieren a los pacientes más jóvenes y menos costosos, para una hipotética sanidad privada, y los más mayores y costosos, para la sanidad pública resultante del saqueo y el desmantelamiento de la actual. ¡Liberales que son!

Además, al señor Lasquetty, que así se llama el consejero de sanidad madrileño se le ha puesto en pie de guerra toda la sanidad de la región, y ya hay anunciadas huelgas para la semana próxima, para detener los recortes que esta gente está llevando a cabo en la sanidad pública.

Al ministro Gallardón, "porrompompon", no se le ocurre otra gracia que, con la que está cayendo, que aumentar las tasas judiciales, y donde no las había, ponerlas. Imaginamos, como no, que para seguir aumentando las diferencias entre ricos y pobres, porque si eres de estos últimos, que se te quite de la cabeza acudir a la justicia, porque no te lo podrás permtir. Jueces, abogados, procuradores, y trabajadores judiciales en general, han puesto el grito en el cielo y ya andan manifestándose en la calle. Que casualidad, que el bueno de don Alberto haya sido antes, presidente de la Comunidad de Madrid y alcalde de la Villa y Corte. Y es que la capital, resulta que es un vivero de "gestores" y de "liberales". (Ju,ju,ju)

En Jerez de la Frontera, fruto de la huelga llevada a cabo por los trabajadores de la empresa concesionaria de la recogida de basuras, la ciudad estaba sumida en un mar de mierda. Contenedores atestados de basura, acumulada por tantos días de huelga, malos olores, ratas. Los gente, harta de tener que soportar tanta mierda, tanto mal olor, tantas ratas y tanto político inútil, decide empezar a prender fuego al asunto. La cosa parece que tiene visos de solucionarse, tras dar la empresa marcha a tras y replantearse los despidos que tenía preparados, que fue la causa por la que los trabajadores se pusieron en huelga.

El personal empieza ya a estar hasta los mismísimos de que se aprovechen de la crisis para saquear el Estado, para recortar, para privatizar, para llenarse los bolsillos, para machacar más a la ciudadanía, para robar, para joder cada día más al prójimo. La gente empieza ya a estar harta de que siempre sean los mismos los que ganan, y siempre sean los mismos los que pierden. La gente empieza a preguntarse para qué sirve votar, si una vez en el poder, los políticos hagan lo que le sale de ahí mismo, y se pasen por el arco del triunfo, la Constitución, el Florido Pencil, y las obras completas de de Dante Alighieri, "Infierno" incluido.  La gente empieza a ver, a comprobar por si mismos, que protestar, en sí, no es malo, que produce resultados, por ejemplo, el ínclito señor Lasquetty ha dado marcha atrás en lo de convertir La Princesa en un geriátrico, gracias a que la ciudadanía, y muy especialmente la ciudadanía de un barrio tan de derechas como es el barrio de Salamanca, donde está situado el hospital, se haya puesto de uñas contra los políticos que les intentan quitar lo que es suyo. La gente empieza a ver claro que, al fin y al cabo, lo que se necesita, en si, son buenos gestores, y estos solo pueden salir de formaciones políticas, de derechas o de izquierdas, que crean en la nación como conjunto de ciudadanos libres, y que crean en la buena gestión gubernamental, en la buena gestión de lo público, que es propiedad privada de todos al fin y al cabo, y no en asentar el culo en una poltrona durante años, para llevar el nepotismo y la mamandurria a sus más altas cotas.

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