Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

miércoles, 1 de mayo de 2013

1º de mayo: Amondongamiento general.

1 de mayo. Se imponen los parámetros y los clichés de todos los años. Esta fiesta es como todas las fiestas, repetitiva, anual, reiterativa, donde se celebra algo en lo que muchos casos ya nadie cree. Una fiestas para recordar a los mártires del proletariado, a los parias de la tierra, a los que vertieron su sangre por mejorar las condiciones de los intocables, en un mundo y en un país donde la gente huye como alma que lleva el diablo de su reconocimiento como clase obrera, currela, clase baja, y se intenta asociar a la clase media. Una fiesta para parias donde los parias, o están mal vistos, o provienen del Tercer Mundo.

El Tercer Mundo; es allí donde se han trasladado las fábricas de occidente, es allí donde está la verdadera clase obrera. Como en Bangladesh, donde hace unos días se hundía  un edificio que albergaba una fábrica textil, muriendo cientos de personas que trabajaban esclavizados por una miseria de jornal para confeccionar los vestidos que lucirán las gachís de la pasarela de la moda callejera en la próxima temporada primavera-verano, o la próxima oferta de lanzamiento de las tiendas propiedad del tercer hombre más rico del mundo, orgullo de la patria, empresario ejemplar y trabajador egregio.

En ese mapa del proletariado globalizado, podríamos pasarnos por China, un país comunista y neo liberal. Para que luego digan que los extremos no se tocan. La República Popular China, la factoría global más grande, donde puedes ser Rockefeller o el pobre de la esquina, donde la vida vale poco, poquísimo, y los derechos del individuo solamente valen los ceros que contienen su cuenta corriente.

Ya ven, hoy en el mundo existen sitios donde las personas son explotadas, donde la vida no vale nada, donde se combinan horarios de doce o catorce horas, con salarios de supervivencia. Es lo que suele pasar cuando las fronteras dejan de existir para las grandes corporaciones multinacionales, pero siguen existiendo para las personas.

¿Y cree usted, hipotético lector de estas lineas, que esto no le repercute? Pues si, si le repercute. Sobre todo porque estas cifras de miseria son las que ponen encima de la mesa los poderosos, a la hora de negociar. Piénselo, amigo, amiga; si usted tuviera una empresa y le dijeran que a cientos, miles de kilómetros de distancia podría usted producir a coste casi cero, ¿no se lo pensaría al menos?. Si, claro que si, cerraría su factoría de Alicante o de Mataró y se largaria a hacer las Chinas o los Bangladeshes. Coste de producción 0'10, pvp en España, 10, 15, 20...o más euros.

Y sin tener ninguna empresa, siendo un simple consumidor. ¿O es que se ha creído que esa maravillosa tienda de marca chic, de ese maravilloso centro comercial, templo del consumismo moderno, puede hacerle llegar esos trapos a esos precios sin que alguien salga perjudicado? No hombre, no.

Pero usted tranquilo. Manifiésese, salga a la calle, tómela, pacíficamente, con bandera tricolor en una mano (¿Fabricada en Bangladesh?) , gorra y pito en la otra, y celebre el 1º de mayo. De los daños colaterales que esta absurda manera de vivir produce en el Tercer Mundo, ya se ocupan las onegés.

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