Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

lunes, 15 de julio de 2013

Egipto.



Casi todo el mundo celebró la primavera que mandó al paro, a la cárcel y al hospital a Mubarak, el eterno faraón que gobernó Egipto durante treinta años.

Se celebraron elecciones democráticas, las cuales fueron ganadas por los Hermanos Musulmanes.

A alguien no debió gustarle mucho esto. Reconozco que a mí los Hermanos tampoco me van mucho, pero el hecho es, que ganaron.

Ahora, con la excusa de que el pueblo ha salido otra vez a la calle para echar denunciar los devaneos poco democráticos de Mohamed Morsi, el líder de la organización islamista y presidente egipcio electo en las urnas, el ejército ha dado un golpe de mano, ha nombrado un gobierno provisional y ha recluido en prisión al Morsi.

Desde luego, Mubarak no lo hubiera hecho mejor.

Por cierto; de presidente interino han elegido a un economista prestigioso, y por supuesto, neo liberal. Como vicepresidente han elegido a El Baradei; ¿se acuerdan de El Baradei?, aquel inspector de la ONU que andaba buscando las armas de destrucción masiva que supuestamente tenía Sadam Husseín, y que nadie encontró tras la destrucción del país por las tropas de Bush y sus acólitos.

¿Les suena el guión?

A mi también.

Me pregunto por qué no dejarán de meter las narices en los asuntos internos de los países y dejarán que el pueblo, en este caso el pueblo egipcio, encuentre un camino verdadero hacia la libertad. Luego nos preguntamos por qué en el mundo árabe la gente opta por tipos tan poco recomendables como Morsi y su organización. Igual es que no les dejamos otra salida.

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