Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

domingo, 25 de agosto de 2013

"I have a dream; today yet."

Hoy se conmemora en los Estados Unidos de América el cincuentenario del  famoso discurso del doctor Luther King en Washington tras la marcha por los derechos civiles del 63.

"I have a dream", decía el doctor King, y soñaba con un mundo igual, para ciudadanos iguales, un mundo de paz y justicia donde todo el mundo tuviera las mismas oportunidades y donde el imperio de la ley y la democracia imperaran, no solo sobre los Estados Unidos, sino sobre toda la faz de la tierra.

Ese fue el sueño de Martin Luther King; y es el sueño de usted, y de usted, y también de usted, y de aquel señor del fondo, y mío también. De todos.

Si el doctor Luther King viviera hoy, y estuviera en Washington D.C. conmemorando los cincuenta años de su famoso discurso, quizá tendría que decir; "I have a dream; today yet". "Yo tengo un sueño, aún hoy".

Cuando Barak Obama fue elegido presidente de los Estados Unidos, muchos fueron los que batieron palmas con las orejas y lo declararon primer presidente negro de la historia, las televisiones de medio mundo repusieron la serie televisiva de los setenta "Raíces", los opinadores a sueldo de la oligarquía mundial declararon que se había dado un paso importantísimo, un paso de gigante en la normalización racial en los Estados Unidos, con Barak Husseín Obama, primer afro-americano que pisaba la Casa Blanca como inquilino, un hombre con sensibilidad, que incluso iba a acabar con la prisión ajena a los derechos humanos de Guantánamo. Se nos presentó a Obama poco menos que como un mesías.

Ya sabemos que no es así. Guantánamo sigue abierto. La población negra de los Estados Unidos siguen siendo discriminada, no ya solamente por el color de su piel, ahora sufren la aporofobia, el nuevo Apartheid del siglo XXI que discrimina a los pobres, y los pobres en Norteamérica hoy, son en su mayoría negros e hispanos.

Ya ven; hoy se conmemora en Estados Unidos el cincuenta aniversario del discurso de un hombre que tenía un sueño. Ese sueño, aún hoy no se ha cumplido. Que nadie crea que el sueño se va a cumplir solamente porque haya un presidente negro en la Casa Blanca.

Quizá sería el momento de que alguien se subiera a la tribuna que se subió el doctor Luther King hace cincuenta años y entonara un "I have a dream" contra la pobreza, en general, sin colores. Quizá.

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