Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

miércoles, 30 de octubre de 2013

Semoliberalebuenoyqué: Bajadas de impuestos.



                                          

Rosa García trabaja a media jornada. Su renta mensuál legal es de unos 518 euros netos, más o menos. Su marido no trabaja, tiene 58 años, no lo quiere contratar nadie, porque es mayor. Recibe una ayuda de unos cuatrocientos y pico de euros. El niño, 19 añitos, no ha podido seguir estudiando. El gobierno autonómico de Madrid le ha subido la tasas universitarias hasta el infinito y no más. No va a poder ser. El chico busca trabajo de lo que sea, pero no es fácil.

El presidente de la Comúnidad de Madrid, Ignacio González, cuyo gobierno es el mismo que ha subido las tasas universitarias, ha anunciado a bombo y platillo una sustancial bajada de impuestos, en el tramo autonómico de IRPF y en el impuesto de trasmisiones patrimoniales.

Rosá hubiera preferdo que no hubiera subido las tasas universitarias, o que bajaran el precio del  abono transporte, o el precio del agua, de la luz. No tiene ningún trasmisión patrimonial que hacer, y tiene una nómina de un trabajo a tiempo parcial, así que la bajada de impuestos pasará por la puerta de su casa como el calvo de la lotería; de largo. El bueno de don Ignacio no tiene en cuenta a las Rosas de Madrid, que no pueden aspirar, ni siquiera a pagar impuestos.

Ignacio González, anda siempre diciendo que lo suyo es bajar impuestos. Eso si, luego no tiene dinero para la sanidad, la educación y los diversos servicios públicos que su gobierno debería dar y no da.

Ignacio González siempre lanza el mismo discurso: el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos.

El problema es que muchos ciudadanos no pagan impuestos, porque ni siquiera tienen renta, gracias el denuedo de don Ignacio González.

Eso si; luego no salen las cuentas. Siempre podrá declarar en quiebra la Comunidad de Madrid, como sucedió en California tras el paso de Terminator. California no es Nevada, pero se le parece. Un pasito más cerca de la Yanquilandia neo liberal. Mira que bién.

Así luego hay que privatizarlo todo, como los que deberían pagar impuestos no los pagan.

Qué inteligente:

viernes, 18 de octubre de 2013

Flash: Reflexionando.








Panrico, Fagor, Excalectric, Roca, Iberia, Pescanova, Pikolín, Flex, las marcas de Nueva Rumasa; y un largo etcétera de compañías señeras españolas están; o con una deuda inasumíble, o al borde del concurso de acreedores (Antigua suspensión de pago), o directamente han desaparecido.

Las antiguas cajas de ahorro practicamente han desaparecido, o han sido convertidas en bancos defecitarios.

Los ayuntamientos españoles están al borde de la quiebra técnica. Muchos de ellos, grandes o pequeños, no pueden asumír gran parte de los servicios esenciales.

El consumo baja día a día. La gente utiliza sus escasos recursos económicos para pagar la hipoteca o el alquiler, o para pagar unos servicios carísimos. No queda dinero para consumir.

La pobreza se extiende, se expande, se desarrolla.

Se ha aprobado una reforma laboral.

Se han liberalizado horarios comerciales.

Se han recortado sueldos y pensiones.

Y aún así, el paro, la miseria, la pobreza, la desesperación; suben.

¿Es este el camino?



jueves, 17 de octubre de 2013

Literatura: Juan Eslava Galán.

 
 
Una hiatoria de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie. España; 1936. Guerra, cainismo, crueldad, maldad, intolerancia. España.


 
En esta novela Juan Eslava Galán nos lleva magistralmente a la Guerra Civil española. A sus polegómenos. A sus causas. A sus consecuencias.
 
Una historia de villanos sin heroes. Una historia de vencidos y vencidos, que hoy, por desgracia sigue dictando buena parte de nuestro vivir cotidiano.
 
Una historia de la Guerra Civil que, seguramente no te gustará, pero que no te dejará indiferente. 
 
 
 
 
 
 
Una historia de la transición, contada desde el asesinato del almirante Carrero Blanco, hasta la victoria socialista de octubre de 1982.

Una historia de cambios, superficiales y engañosos. Una historia de camaleones, de supervivientes, de trepas, de chanchullos, de locura colectiva, de traiciones, de bajada de pantalones incofesable, de cesiones vergonzosas.

Una cambio que sirvió para que todo, en el fondo, siguiera igual. Los mismos que mandaron antes, seguían mandando después.

Se ha hablado mucho sobre la transición española. Se ha escrito más. Este no es un libro cualquiera, sobre una década que nos dejo sin aliento.

De aquellos barros, estos lodos.

(Los dos libros.Juan Eslava Galan. Grupo Planeta. 2011)

La Frase: Emilio Botín.

"España está viviendo un momento fantástico. Llega dinero de todos lados."

Emilio Botín. Dueño del botín.

martes, 15 de octubre de 2013

Tétrica estampa en Lampedusa.


                                     




Ocurrió la semana pasada. Viene ocurriendo desde hace mucho. Una embarcación llena de subsaharianos, desheredados de la globalización, del desenfreno consumista del primer mundo que deja marcadas sus garras en el tercero, se iba a pique con sus tripulantes a bordo frente a las costas de la isla mediterranea de Lampedusa, en Italia.

Pudieron haberse salvado, quien sabe. Al parecer unos pesqueros italianos pasaron cerca y desoyeron las voces de socorro de los inmigrantes naúfragos. Pasaron del tema, pasaron de largo, se hicieron los suecos, esos pescadores italianos. En su descarga dijeron que su gobierno, les multa con cinco mil euros si ayudan a inmigrantes ilegales a entrar en el país. Es para morirse, verdad. No sé si de asco, o de risa, o de las dos cosas, pero para morirse es.

Todos sabemos lo que pasó después. Hubo muertos, muchos. También hubo algunos supervivientes. A los muertos, el gobierno italiano de Enrico Letta, les ha concedido la nacionalidad italiana, a modo de homenaje, a título póstumo. No les vale ya para nada, pero se ve que Enrico Letta es así, un típico político absurdo de opereta. De eso sabemos mucho los españoles. La estupidez no tiene fronteras. A los vivos les a concedido una cuantiosa multa por entrar ilegalmente en el país. Podría haber extendido, el gobierno italiano, la nacionalidad que concedió a los muertos, también a los vivos. Qué mundo tan cruel, que se tenga que morir uno para que le concedan algo que persiguió en vida, no somos nadie.  

Qué absurdo todo, ¿verdad?.

Para terminar, al sepelio acudieron Durao Barroso, preboste europeo, y el bueno de don Enrico Letta, el cual se acercó a los féretros, y rezó (Se supone), y seguramente hasta lloraría. La gente tiene que ver que los políticos tienen sentimientos y se preocupan por los muertos, aunque estos no sean italianos. Bueno; ya si, pues ya gozan de nacionalidad póstuma. No sabemos aún, si a día de hoy el gobierno italiano ha quitado la absurda multa a los vivos. Hacemos votos porque así sea.

Daba pena. O asco. O asco y pena; ver a Letta y a Barroso, con cara de circunstancias frente a la treintena de féretros, perfectamente alineados. A la salida y a la entrada al sepelio, los dos políticos pudieron oir como la población de la pequeña isla mediterranea los tildaba de sinvergüenzas. La gente está harta de recoger cadáveres frente a su costa. Normal.  La alcaldesa de la pequeña población preguntaba a Barroso para que había ido allí. Reclamaba soluciones, y les cantaba a los políticos italianos y europeos, soluciones para esta drama. Normal, ya decimos.

Van pasando las semanas. Otras dos embarcaciones abarrotadas de inmigrantes africanos, huyendo de la miseria y de la pobreza, han arribado a las costas del sur de Italia. Ni Letta ni Barroso han dicho nada al respecto, que sepamos.

Hemos sabido que un centenar de españoles, contratados en origen aquí, fueron llevados a Alemania, con vanas y vagas promesas de un contrato laboral, un sueldo, ya saben, lo que prometen todos en el paraíso alemán. Unas semanas allí, viviendo en condiciones de hacinamiento, insalubres, pésimas, durmiendo en barracones, y nada. Todo fue fruto de una estafa. Los que consiguieron trabajar, lo hicieron en condiciones penosas y sin llegar a ver un euro. Vamos; que trabajaron gratis. Eso si, Schengen, la Unión Europea, les garantiza la libre circulación por toda la unión. Tienen libertad para ser explotados en Alemania, o aquí. Esto es un alivio no tener que agarrar una patera, o jugársela en una embarcación abarrotada en las aguas del Estrecho de Gibraltar o las del sur de Italia, o correr el riesgo de morir abrasados por el sol en el desierto que hace de frontera entre Méjico y los Estados Unidos. El camino a la explotación en Alemania para un español, un griego, un italiano, un portugués, o un ciudadano cualquiera de cualquier país meridional perteneciente a la UE, está abierto. La diferencia es tremenda. Creo que ya vamos sabiendo y nos vamos enterando de que va esto de la Unión Europea y su area de influencia. Ciudadanos del sur de un continente perdiendo el culo por buscarse la vida en el norte. ¿Donde he visto yo ya esto?

Samuel L., gambiano, inmigrante legal en España, con veinte años de residencia en este país, lee sorprendido la noticia de los inmigrantes españoles malviviendo en Alemania, en un periódico de tirada nacional. "En todas partes cuecen habas", le comento. "Si Viriato, pero puestos a ser algo en la vida, prefiero ser inmigrante español en Alemania, que un africano que se atreve a cruzar el estrecho en una piragua. Se de lo que hablo".

Seguramente Samuel L. tenga razón. No es lo mismo inmigrar desde España que desde Gambia. No es lo mismo un ciudadano del primer mundo, que del tercero. Pero poco a poco, la globalización nos va uniendo a unos y a otros, eso si, por la pobreza.

Quién nos lo iba a decir hace unos años. ¿Verdad?

viernes, 4 de octubre de 2013

El día de la risa.


                                                 


Hoy es el día mundial de la risa. Hay un día mundial de la infancia, un día mundial del cáncer de mama, un día mundial contra la pobreza, un día mundial contra el racismo. En este mundo de gilipollas integrales, en la ONU, como no tienen otra cosa que hacer, a alguien, con buen sueldo, coche y secretaria, eso seguro, se le ocurrió dedicar un día a la risa. La verdad que el día nos viene que ni pintado.

Ver a Rajoy en Japón, con una rosa roja del tamaño de una coliflor puesta en la solapa, como si de un clavel reventón se tratara, da una risa que te cagas. Al bueno de Mariano no le sale nada a derechas. Va a Fukushima, y en su discurso, entre cursi y pelota, da a entender al mundo que no hay que tener miedo de un escape nuclear, ni a consumir nada proveniente de allí, ni a visitar el sitio en cuestión. De paso, el bueno de Mariano aprovecha para elogiar las bondades de la energía nuclear. Eso en un país donde se han dado cuenta, porque lo han sufrido en sus carnes, de lo peligroso del tema. Eso, en un país que ha decidido apostar por la energía limpia, solar y eólica principalmente, para los próximos años. Entendamos que Japón no es una potencia de medio pelo. Es una superpotencia mundial con todas las de la ley. Pero el bueno de Mariano ni buye ni tuye. Él va a un sitio, tira de discurso asesorado, adornado con ciertas notas del idioma lócal, y para cuando se quiere dar cuenta de que lo que ha dicho es a todas luces ridículo, es cuando en medio mundo se están tronchando de la risa, mirando a España como al país de los tontos, gobernado por tontos del bote. Y la cosa tendría su gracia si se parara ahí, pero es que resulta que después de la elevación a los altares dialécticos por parte de Rajoy de a energía nuclear, un informe va y nos dice que las aguas que rodean Fukushima están supermegacontaminadas. La carcajada ya se extiende por medio mundo.

Durante el viaje, además, Rajoy ha intentado sacar pecho con las cifras de desempleo, que han visto la luz en esta semana del periplo nipón del presidente. Estamos ahí, estancados, varados, sin andar para adelante ni para atrás. Los palmeros gubernamentales dicen que las cifras son buenas, que se ha ido menos gente al paro en septiembre del 13, que en el del 12. Aquí el que no se contenta es porque no quiere. Montoro, Guindos y los demás nos dicen que ya veremos, que ya se ve luz al final del túnel. Esperemos que no sea el túnel de la risa, en este día de la risa.

Hoy he escuchado a Leopoldo Abadía por la radio. Ayer ví a Santiago Niño Becerra por la tele. Los dos triunfadores de la crisis. El bueno de don Leopoldo da por bueno que el gobierno tire de la hucha de las pensiones. Para eso está una hucha, dice, para tirar de ella cuando el dinero no nos llega. Santiago Niño sigue tan pesimista como siempre, y cantando las verdades del barquero. Él anticipó en el 2006 lo que iba a pasar en España. Se equivocó en muy poco. Aún así no me gusta. En general empiezan a no gustarme los economistas. En España, en esta crisis hay dos profesiones que han alcanzado el estrellato: Profesor de idiomas, principalmente de inglés y alemán; y economista. La primera me parece útil, la segunda, ya menos. Un economista es un señor que te ayuda a administrar la miseria, pero no avisa si corres peligro de entrar en ella, ni tiene soluciones para no entrar. Niño Becerra justifica el estado actual de las cosas, diciendo que no se podría haber hecho otra cosa, que no se podría haber crecido de otra forma. Aún sabiendo que esta forma de entender la economía nos ha llevado a un callejón sin salida, él sigue justificando ciertos procederes pasados. Economistas. Con todo, él, eso es verdad, dijo lo que iba a pasar, cuando los demás del gremio, o callaban a sabiendas, o callaban por necios. De todo hay en la viña de la economía.

Por eso propongo hacer menos casos a los economistas, y empezar a tener en cuenta las opiniones de los historiadores. Ellos te dirán que ha habido situaciones similares en el pasado. Ellos te darán las claves para que te prepares para lo peor. Incluso te darán las claves para salir del hoyo. A los profesores de idiomas seguiremos teniéndolos en cuenta. Hace falta aprender idiomas extranjeros, sobre todo inglés, en este país. ¿Verdad señor Rajoy?.