Viernes, 21 de marzo.
Se acercan a la Villa y Corte las distintas columnas de indignados que, desde los más recónditos puntos de las Españas, se acercan a la capital en busca de protesta, por los recortes, por la política, por la pobreza, por los desahucios, por la sanidad, por la educación, por el futuro, por todo. Con bastante razón, aunque, de poco o nada valga salir a la calle. Luego la mayoría del personal vota PPOE.
A media tarde se anuncia una rueda de prensa, convocada por Suárez Illana, hijo del ex presidente Adolfo Suárez, que días atrás había sido ingresado en una clínica madrileña, a consecuencia de una neumonía. Suárez hijo, que apenas puede controlar las lágrimas, nos anuncia que en un plazo de, a lo sumo 48 horas, su augusto padre nos dejará, abandonará este valle de lágrimas, que es en lo que se ha convertido el país que un día tuvo la suerte, o la desgracia de presidir.
Sábado, 22 de marzo.
En torno a la clínica donde agoniza el ex presidente Suárez, se han dado cita un sin fin de enviados especiales y unidades móviles, movilizados por los distintos medios de tergiversación social patrios. Los médicos de la clínica intentan enmendar la plana a Suárez hijo y le rectifican, dicen que en una enfermedad como la que padece el ex presidente Suárez, no se pueden dar plazos a la ligera. Igual, puede ocurrir el fatal desenlace en cuarenta y ocho horas, como anunció Suárez Illana, que alargarse varios días, incluso varias semanas más. Hay gente que empieza a no entender nada. Se apuntan varias teorías de la conspiración. Alguna gente apunta a un intento de ocultar a la población la multitudinaria manifestación que se llevará a cabo en Madrid, con el anuncio de la agonía de Suárez. Todo es muy raro.
Por la tarde, centenares, miles, centenares de miles de personas, se dan cita en el centro de Madrid para manifestarse. Hacia el final de la marcha se producen duros enfrentamientos entre la policía y grupos de incontrolados. Ciento y pico de heridos, vientitantos detenidos y numerosos destrozos del mobiliario urbano, es el balance. Hacia la media noche empieza el ejercicio nuestro de cada día, de tergiversación y manipulación radiotelevisiva. Los tertulianos sabelotodo de todos los días entran en escena.
Domingo, 23 de marzo.
La noche ha sido larga. Titulares sobre la manifestación por la dignidad inundan las portadas de los periódicos dominicales. A la hora de la comida, más o menos, salta la noticia. Suárez, ha muerto. Suárez hijo lo clavó cuando dijo lo de las cuarenta y ocho horas. En la Puerta del Sol hay una concentración pro vida, contra el aborto. Un grupo de chicas, pertenecientes a Femen, irrumpe en ella, domingas al aire, gritando lo de "Aborrto es sagrrrrado". La policía interviene. No hay más altercados.
Hacia la noche un grupo de manifestantes intenta acampar en Sol. La policía lo impide. Se producen amagos de bronca, pocos. Algunas carreras, pocas.
Lá polémica sube de tono. Se difunden distintas imágenes de los enfrentamientos de la noche del sábado. Se muestran distintas fotos, con cabezas abiertas, o cerradas con puntos de sutura. Se muestran distintas armas requisadas a los manifestantes. Especial estupor produce una muleta, con una especie de hoja metálica en su parte inferior, a modo de bayoneta. La hoja viene a medir entre unos diez y quince centímetros.
Lunes, 24 de marzo.
La capilla ardiente de Suárez se instala en el Congreso de los Diputados. Se abre la misma para que el pueblo de su último adiós al que fue el primer presidente de gobierno de la llamada democracia. Pasan por allí un número estimado de treinta mil personas, de todas las edades, que quieren rendir homenaje a Suárez.
Frente al féretro, se dan cita distintas personalidades de la política patria: Ex presidentes del gobierno, el Rey y su familia, ex diputados y diputados en ejercicio, ex presidentes de distintas comunidades autónomas, y presidentes en ejercicio, ex miembros de la extinta UCD, compañeros de Suárez en su aventura política, y ex figuras políticas del PP, PSOE e IU. Todos ellos coinciden al señalar la importancia de la labor llevada a cabo por Suárez. Se da la circunstancia de que, en vida del ex presidente, muchos de ellos le hicieron la vida imposible, otros lo apuñalaron por la espalda miserablemente y otros lo denigraron y lo insultaron hasta límites insospechados. Ahora todos coincidían en alabar las virtudes de Suarez. España, siempre España.
Grupos de manifestantes se dan cita frente a los juzgados de Plaza de Castilla. Piden la libertad para los detenidos el sábado. Se intenta rodear el edificio de la Bolsa de Madrid, sin éxito. El griterío de las radiotele tertulias, sigue subiendo de tono. Se acusa a todos los manifestantes de ultras, incluso a los que no ejercieron la violencia, la mayoría de ellos. Los sindicatos policiales acusan a su superiores de inutilidad. Según ellos, el sábado les han dado una cera a la que no estaban acostumbrados, y sus superiores, por miedo, se dice que había observadores de la OCDE, los han contenido demasiado. Los policías se sienten víctimas. Hablan, incluso, de milagro, porque no hubiera algún muerto entre sus filas la noche del sábado.
Martes, 25 de marzo.
Funeral de estado para el ex presidente Suárez. El féretro con los restos mortales sale a hombros de un batallón de militares del Congreso, y recorre el Paseo del Prado hasta la Plaza de Cibeles en un armón de artillería. Millares de personas se dan cita en el recorrido. En los distintos edificios públicos que circundan la zona, se ha dado permiso a los funcionarios para que bajen a la calle a presenciar el evento. Después sus restos serán llevados a Ávila, donde serán enterrados en la catedral junto a los de su esposa, Amparo Illana. Mucha gente, reconoce a distintos políticos, de PP y PSOE que asisten a pie de calle al funeral. Les increpan y les animan a mirarse en el espejo del ex presidente fallecido. No hay nada como morirse para que le reconozcan a uno su trabajo, está claro.
Los detenidos por los sucesos del sábado, han sido puestos en libertad, todos. Salta la noticia de que la muleta-bayoneta mostrada por la policía como arma requisada en la manifestación, en realidad, no ha sido requisada en la misma, sino en abril del año pasado, en la manifestación del 25 A. Se acusa a la policía de falsear pruebas.
El Tribunal Contitucional echa para atrás la consulta soberanista que pretende hacer Artur Mas en Cataluña. "Habemus bronca", seguro. Ya tenemos temita para una temporada. Qué oportunos, ¿no?.
En la lápida que sella la tumba del ex presidente, Adolfo Suárez, y de su esposa, en la catedral de Ávila, el epitafio reza: "La concordia fue posible".
Empieza otra vez a hacer frío. El invierno ha vuelto.