Antes de nada, debemos y queremos dar el pésame a la familia y allegados, de la señora Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León y presidenta del PP en aquella provincia. Descanse en paz.
Qué este es un país de traca; ya lo sabíamos. De todos modos no deja de ser nuestro país de traca, lo queremos, vivimos en él, lo sufrimos, y miramos con esperanza el día por venir, a ver si este país de traca mejora, aunque según pasan los años, difícil lo vemos.
Este, como decimos, es un país de traca. Lo que no nos esperábamos es que fuera un país tan vil, cobarde y pendenciero, a estas alturas del siglo XXI. No nos esperábamos que la gente siguiera echando tanta bili y tanta mala baba. Nos equivocábamos. Hay gente vil, y mucha, en esta España de principios de siglo. Seguimos siendo así. No hay remedio. Quizá algún día...
Por qué digo esto. Está claro. Antes de ayer matan a la presidenta de la Diputación de León, la señora Carrasco. Siegan una vida humana. Algunos, al escuchar la noticia pensamos lo peor. Ustedes dirán que cosa puede haber peor que la muerte de una persona joven, con toda la vida por delante, a tiros, practicamente delante de su casa. Tienen razón, qué puede haber peor que eso. Nada. Si acaso, que a esa persona la maten por pensar de una determinada forma, por tener una determinada ideología, da igual cual. Quizá eso sea todavía peor. Aunque este no es el caso, a la señora Carrasco no la mataron por su ideología, o por su militancia, ahora lo sabemos.
El caso es que nos enteramos antes de ayer, a media tarde, que hay una dirigente del Partido Popular muerta a tiros en León. Van pasando las horas. Se anuncia la detención de las presuntas asesinas. Menos mal; pienso. Nada más sabemos. Por la noche, en los tribunales mediáticos, las tertulias tedetianas, verborraicas, interesadas, manipuladas, vocingleras, ininteligibles, empiezan el chou. Se empiezan a confundir rapidamente churras con merinas. Los egregios tertulianos, empiezan a soltar lastre por esas boquitas de piñón que Dios les ha dado, empiezan a mezclar el vil asesinato de la señora Carrasco, con los escraches, con la manifestación del 22 M, con la ultraizquierda, con los anti desahucios, y con no se cuantas cosas más. En Telemadrid, una televisión pública, servicio público puro y duro, se abre su telediario nocturno con esa cantinela. Poco después se sabe que las presuntas asesinas, son una madre y una hija, militantes del Partido Popular, y trabajadora en esa Diputación de León, la hija. Cambia el cuento rápidamente, los que pierden el traserillo por desenvainar la espada del sectarismo, el cainismo y la tergiversación, a día de hoy, siguen sin envainar esa misma espada, y siguen sin pedir perdón, por estúpidos, por aprovechados, por adelantarse en sus juicios a las pesquisas de la propia policía, por poner sobre la mesa juicios paralelos e interesados, por manipular y por mentir. No han pedido perdón, y no hay esperanza de que lo hagan en un futuro próximo, es más, tienen la intención de seguir llendo a las tertulias a envenenar a la opinión pública, al fin y al cabo es de lo que viven, pues a estos "periodistas", no se le conoce otro oficio que el de tertuliano a sueldo.
Luego está lo de las redes sociales, principalmente tuiter. A través de ahí, gentes, entre ellos algún candidato de la "nueva izquierda" a las europeas, nos enseñó su lado más triste, y nos anunció que el no suspendería su campaña, como habían hecho PP, Psoe o IU, con el alegato de que "estos partidos no suspendían nada cuando alguien se ha suicidado a consecuencia de un desahucio". Otro que tal, otro que confunde churras con merinas, pero esta vez desde la progresía. Qué triste, verdad. Da la casualidad, de que también es asistente adicto a las tertulias televisivas, donde vierte su pensamiento demagogo, progre y cainita, cada vez que lo dejan hacerlo. Porque sepan que al igual que hay un tertuliano cainita, carca, pepero, pro "tó lo que haga el gobierno está requetebién porque es de los míos", hay otro tertuliano, igualmente cainita, progre, sociata, pro "tó lo que haga el gobierno esta requetemal porque no es de los míos". Los dos estereotipos de tertulianos, igual de pesebrarios, interesados, parlanchines y resabiados.
A partir del comentario del tipo este, las redes sociales se inflamaron. Mucha gente empezó a hacer lo que hacen los tertulianos en las tertulias televisivas, pero gratis, y sin censura; verter su mala uva, su cainismo, su odio. Muchos tuvieron la "genial" idea de alegrarse por la muerte de un ser humano, tiroteado vilmente casi a las puertas de su casa. Entonces, este que aquí os mal escribe, empezó a tener asco de este país. Si, ya lo se. En tuiter escribe mucha gente, pero no todos los que escriben en tuiter son así, y ni siquiera todas las personas de bien, sean de derechas, izquierdas, o de lo que les de la gana, escriben en tuiter. Pero que quieres, ves esas barbaridades escritas ahí, y empiezas a pensar en que algo falla, que no puede ser que haya tanto odio, que no puede ser que alguien, odie tanto como para escribir cosas así. De todos modos, pienso que tuiter se ha convertido en lo que antes era la barra del bar, donde al calor de unas birras, se arreglaba el país unas veces, se hacía de seleccionador nacional otras, y se soltaba toda la mala leche acumulada a lo largo del día, diciendo las barbaridades que hoy, se escriben en tuiter, o en feisbuk, o vaya vuesa merced a saber, la diferencia es que antes te escuchaban la gañanada seis o siete parroquianos, y ahora te leen cuatrocientosmil.
Hoy, una de las detenidas, parece haber claudicado y haberse atribuído la autoría del crimen. Incluso, la policía ha encontrado ya el arma homicida. Eso si; nos queda escandalera para rato. Nos queda la mala baba, el odio, el cainismo, la manipulación y tergiversación de estos días.
Nos queda la traca.
Descanse en paz, Isabel Carrasco.