Cita:

"La dureza de los ricos justifica el mal comportamiento de los pobres"
(Marqués de Sade)

martes, 7 de junio de 2016

Y quién carajo le ha dicho a...






...toda esta gente que están preparados para ser camareros. Son la generación de algodón. Todos, o casi todos se han postulado para estudiar una carrera universitaria. Juan Español, se esforzó al máximo y al final cumplió su sueño de que sus retoños fueran universitarios. De que no trabajaran a destajo, como él, poniendo ladrillos, sirviendo mesas, fregando suelos, barriendo calles, limpiando culos de ancianos, cuidando niños ajenos. No. Sus retoños serían licenciados, médicos, ingenieros, arquitectos, abogados, biólogos. No limpiarían el culo de nadie, se lo limpiarían a ellos, todo lo más.

Como gracieta no está nada mal. El país está en una crisis de puta madre, y la economía requiere, en masa, lo que ha requerido siempre, camareros, electricistas, albañiles, pintores, fontaneros, barrenderos, empleadas de hogar, niñeras. Juan Español ve como sus retoños tienen que ocupar los mismos puestos de trabajo que ocupó él antaño, eso sí, con salarios más míseros. Y como para trabajar en una obra, hace falta una preparación, la gente se postula para la hostelería, que total, lo hace cualquiera. ¡Ja!





Mucho decir que son la generación más preparada de la historia, que si son la leche, con sus masters, con sus idiomas, pero nadie supo analizar que el país, se desindustrializaba a pasos agigantados, y su mermada economía no iba a poder absorber a tanto licenciado.Se podría colegir que para ver eso, tenían que haber sido todos licenciados en sociología, para analizar que la desertización industrial de su país, y la inversión masiva en viviendas de sus papás, iban a llevar a su país a demandar algo menos complicado que la biología molecular.

Lo mas cachondo de todo es que se postulan todos para ser camareros, profesión harto difícil, la cual sí requiere unas dotes de sociología y de paciencia poco comunes, amén de una rapidez física y mental, para las que todo el mundo no está preparado. Dicen que somos un país de camareros. Yo diría que somos un país de malos camareros, si los que van a acceder a tan digna profesión, son unos biólogos rebotados.




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